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Laboral

Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo

26/04/2019
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Por Mauricio Almonte, asociado del Área Laboral.

El 28 de abril se celebra el día mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo (SST) y esta fecha nos ayuda a recordar lo importante y necesario que es garantizar condiciones de trabajo seguras, cuidando la salud de nuestros colaboradores e incluso de terceras personas que se encuentren dentro de las instalaciones de la empresa.

Tengamos presente que todo trabajador está expuesto a riesgos mientras realiza sus labores, no solamente quienes trabajan en minas, fábricas o plantas, sino también aquellos que prestan servicios desde un escritorio. Es por este motivo que resulta fundamental que toda empresa tenga identificados los riesgos y peligros que pudieran alterar la salud de sus trabajadores, atendiendo a las características del puesto y lugar de trabajo. “Ahorrarnos” el costo de identificación de riesgos no solo podría afectar la salud de los trabajadores, sino que podría significar la imposición de multas y/o el pago de indemnizaciones en casos de accidentes de trabajo o enfermedades profesionales.

Así pues, la Ley N° 29783 y su Reglamento, el Decreto Supremo N° 5-2012-TR, establecen una serie de obligaciones a los empleadores con la finalidad de reducir los riesgos laborales en salvaguarda de la salud de los trabajadores. Dentro de lo más relevante de estas normas notamos que -a diferencia del resto del derecho laboral- tienen una definición de “trabajador” bastante más amplia, pues lo definen como aquella persona que desempeña una actividad laboral subordinada o autónoma para un empleador privado o para el Estado. Esto significa que los locadores de servicios y personal de terceras empresas se considerarán trabajadores para efectos de obligaciones en materia de SST y por tanto, la empresa deberá garantizar condiciones de trabajo seguras.

Dentro de este marco normativo, se entiende como “lugar de trabajo” a todo sitio o área donde los trabajadores permanecen y desarrollan su trabajo, o a donde tienen que acudir para desarrollarlo; lo que nos demuestra que la intención de la ley es ampliar el ámbito de protección -tanto en la calificación de trabajador como en el lugar físico donde se presten labores- buscando que la entidad empleadora genere un proceso de gestión de riesgos que englobe todas las etapas productivas e incluya a todas las personas que participen de este.

La gestión de riesgos que se le exige a las empresas busca que se apliquen e implementen las medidas más adecuadas para reducir al mínimo los riesgos laborales. De esta manera, en caso ocurra un accidente de trabajo, la empresa no debería ser multada ni obligada a pagar alguna indemnización si demuestra que identificó los riesgos, capacitó a sus trabajadores, brindó condiciones seguras de trabajo y cuenta con los registros y documentos obligatorios, propios del sistema de gestión de riesgo.

Ahora bien, los “accidentes de trabajo” son entendidos por estas normas como todo suceso repentino que sobrevenga por causa o con ocasión del trabajo y que produzca en el trabajador una lesión orgánica, una perturbación funcional, una invalidez o la muerte, incluso cuando se realice fuera del lugar y horas de trabajo si el trabajador venía realizando actividades por órdenes del empleador, lo que nos demuestra una vez más la apertura de estas normas a incluir la mayor cantidad de supuestos dentro de su ámbito de aplicación, con la finalidad de velar por la salud y el bienestar de los trabajadores.

El riesgo existirá siempre y es justamente por ello que resulta necesario que las empresas adopten un sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo eficiente; no solamente para evitar la imposición de multas o evitar pagar indemnizaciones, sino para generar un ambiente de trabajo seguro, en el que los trabajadores sepan que están protegidos y sepan que acciones adoptar a efectos de atenuar y reducir cualquier riesgo propio de su centro y puesto de trabajo. Cada vez es más evidente que el principal activo de una empresa son sus colaboradores, por lo que invertir en su seguridad es invertir en el éxito del negocio.

*Este artículo refleja la opinión personal de su autor.

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